Estuche no incluido.
*Por su gran tamaño, esta botella no se vende con Estuche de presentación.
 
1999: la última añada del siglo XX
Valoraciones de las Denominaciones de Origen:
La añada de 1999 cerró el siglo con contrastes y sorpresas.
Las Denominaciones de Origen Rioja, Valdepeñas, Bierzo y Cariñena la calificaron como Buena, mientras que en Ribera del Duero alcanzó la categoría de Excelente.
En Penedés, La Mancha y Jumilla se la consideró Muy Buena, confirmando que el año ofreció resultados notables pese a las dificultades iniciales.
Una vendimia compleja que recompensó la experiencia y el cuidado, dejando vinos equilibrados y con carácter, dignos de una añada de transición hacia el nuevo milenio.
 
El clima y la vendimia
El ciclo del viñedo comenzó de forma prometedora, hasta que una helada tardía en abril afectó a numerosos cultivos del norte de España.
Fue un golpe inesperado que condicionó el desarrollo posterior, provocando una brotación irregular y diferencias visibles en el tamaño y cantidad de los racimos.
Aun así, el estado sanitario de las cepas se mantuvo satisfactorio, y el calor de la primavera y el verano permitió una maduración progresiva y equilibrada.
Gracias al uso de nuevas técnicas de control y seguimiento en campo y bodega, los viticultores lograron salvar la cosecha con éxito, obteniendo vinos de muy alta calidad y excelente potencial de envejecimiento.
Una añada que demostró que la tecnología y la experiencia podían ir de la mano para mantener viva la excelencia del vino español.
 
1999: el año del cambio de siglo
El mundo miraba hacia el futuro y España vivía una etapa de modernidad y esperanza.
Era el año en que el país comenzaba su transición hacia el euro, la moneda que marcaría el nuevo milenio.
También llegó el fenómeno Pokémon, que conquistó a toda una generación, y el deporte despidió a una leyenda: Michael Jordan anunciaba su retirada del baloncesto profesional.
Un año que combinó nostalgia y avance, cierre de etapa y comienzo de otra, tal como reflejaron también los vinos de su tiempo: sólidos, equilibrados y llenos de promesas cumplidas.
 
1999 embotellado: el sabor del cambio
Un vino del año 1999 encierra la esencia de un momento histórico, el paso de un siglo a otro.
Botellas nacidas en un año de esfuerzo y superación, elaboradas con técnica y pasión, y hoy convertidas en símbolos de madurez y continuidad.
Una elección ideal para cumpleaños, aniversarios, jubilaciones o regalos de año de nacimiento, que combina el valor histórico con la emoción de lo irrepetible.
 
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Porque cada año guarda su historia… y cada botella la revive.